Claro que la comodidad que ofrecen estas aplicaciones, muchas veces, están acompañadas de riesgos que deben tenerse en cuenta para evitar consecuencias desagradables y perjudiciales.
Sin duda, el bien más valioso en un mundo dominado por la tecnología son los datos. Los ciberataques, realizados por quienes dominan la llamada ingeniería social, basada en todo tipo de engaños, pueden comprometer la seguridad de los mensajes enviados a través de aplicaciones como WhatsApp.
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Por ello, hay que detenerse a pensar qué cosas enviamos y sus posibles consecuencias, a pesar de que, como en el caso de WhatsApp, las conversaciones están cifradas “de extremo a extremo”.
Cuatro datos que nunca deberías compartir por WhatsApp
Aunque los usuarios de WhatsApp deberían sentirse seguros, la realidad es que existen múltiples formas en que la información compartida puede ser interceptada o utilizada de manera indebida.
Esto ocurre porque los delincuentes informáticos están al acecho y aprovechan cualquier error o realizan engaños para quedarse con nuestra información más sensible.
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Proteger nuestros datos es fundamental, especialmente en una era donde la información personal tiene un valor incalculable. Y mantener la privacidad es un aspecto que requiere de atención y de ciertos hábitos de prevención.
Entre los datos sensibles que jamás deben compartirse por WhatsApp están, por supuesto, los referidos a cuentas bancarias y servicios financieros. Estos incluyen números de cuenta o de tarjetas de crédito o débito, así como códigos de seguridad, claves o PIN. Compartir esta información, entonces, nunca es una buena opción.
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Otro tipo de datos que nunca debería enviarse por WhatsApp son las contraseñas. Ya sea las usadas para acceder a cuentas de correo electrónico o redes sociales, siempre deben mantenerse a resguardo ya que, en caso de que alguien intercepte el mensaje o, incluso, acceda al dispositivo o a la cuenta de WhatsApp, este podría comprometer la seguridad del usuario.
Los códigos de seis dígitos que se reciben por SMS para verificar cuentas o realizar transacciones financieras también deben protegerse a toda costa. A través de diferentes engaños, los delincuentes suelen solicitar estos códigos para tomar el control de cuentas bancarias o de perfiles de redes sociales. Entonces, al igual que las claves y datos bancarios, nunca hay que compartirlos.
La información relacionada con cualquier forma de identificación personal, como el número del documento nacional de identidad (DNI), la dirección o la fecha de nacimiento debe ser tratada con extremo cuidado.
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Con estos datos, los cibercriminales pueden cometer fraudes, suplantación de identidad o incluso acceder a servicios a nombre del perjudicado, por supuesto, sin su autorización.
Además de evitar compartir datos sensibles con otra persona a través de WhatsApp, o de cualquier otra app de mensajería instantánea, conviene proteger el servicio con un código PIN (en el caso de WhatsApp, de seis dígitos) o, mejor aún, con un factor de doble autenticación (es decir, un código y un SMS enviado al móvil).