Mientras tanto, los y las trabajadoras reunidos en asamblea decidieron permanecer en el hospital para evitar su cierre definitivo y convocan para el lunes 20 a un abrazo simbólico a la institución con participación de otros centros de salud afectados y la solidaridad de distintas organizaciones sociales, de salud, y derechos humanos.
Entre los 1400 despidos del Gobierno de Javier Milei sobre trabajadores y trabajadoras del sistema nacional se encuentran unos 200 del Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte de la Ciudad de Buenos Aires, y denuncian que se trata de un cierre encubierto de esta institución que brinda un servicio a la comunidad indispensable.
La trabajadora de la guardia de ese hospital y delegada de la Comisión Interna de ATE, Soledad Rivas, señaló que entre el personal afectado a los despidos se encuentran “compañeros que se enteraron estando de vacaciones, embarazadas, una persona en tratamiento por cáncer, otro por salud mental”.
“No hay ningún tipo de contemplación, ningún tipo de criterio humano”, agregó en diálogo con Radio Gráfica.
También señaló que la decisión del gobierno de Milei se trata de “un cierre encubierto. Hay servicios diezmados completamente. Dejar sin cobertura en salud mental en este hospital que además tiene la particularidad que es de salud mental, que entrega medicaciones y que es un abordaje interdisciplinario”.
La delegada sindical se mostró preocupada por el avance del gobierno nacional sobre el sistema de salud pública, y en particular sobre los que atienden problemáticas de salud mental. “El hospital es fundamental. No hay hospitales de salud mental. Los servicios de salud mental dentro de los hospitales generales o de los servicios de primera atención en los barrios es de los con los que menos cuentan con atención en salud mental. Entonces, es gravísimo esto que están haciendo”.
Mientras tanto, los y las trabajadoras reunidos en asamblea decidieron permanecer en el hospital para evitar su cierre definitivo y convocan para el lunes 20 a un abrazo simbólico a la institución con participación de otros centros de salud afectados y la solidaridad de distintas organizaciones sociales, de salud, y derechos humanos.